La sirve, la lucha sigue: La patronal si los trabajadores no es nada
Tras un mes de huelga indefinida, movilizaciones y presión social contra la empresa, finalmente la plantilla consiguió la principal reivindicación: el reconocimiento, por parte de la empresa, de que más de 100 trabajadores se encuentran en una situación de penosidad laboral, es decir, deben cobrar un plus por la situación en la que trabajan.
Una lucha que, además, no ha sido nada fácil, pues la patronal, desde el minuto uno, se cerró en banda, dejando muy claro cuáles eran sus intereses y cuál era su finalidad: aplastar la movilización obrera y seguir pisoteando los derechos y la salud laboral de los trabajadores.
Todos celebramos esta conquista, pues fue fruto de la organización y la lucha obrera, pero también somos realistas: la lucha por la liberación de la clase trabajadora va mucho más allá de un reconocimiento por parte de la patronal. Esta lucha tiene una finalidad muy concreta: nuestros cuerpos, nuestras vidas y nuestra salud no pueden estar a disposición de una patronal que nos ve como simple mano de obra remplazable.
¿Dónde está el ministerio de trabajo de Yolanda Díaz y Sumar?
Durante las jornadas de movilización también se habló de acoso en el centro de trabajo y bajas reiteradas por esfuerzos excesivos, y es que resulta realmente bochornoso ver el completo abandono del Ministerio de Trabajo, mientras Yolanda Díaz, hace escasos meses, presentaba orgullosa, en una rueda de prensa de salón y moqueta, su buzón contra el fraude laboral, en el que animaba a todos los trabajadores que estuvieran sufriendo cualquier tipo de violación de sus derechos a denunciarlo mediante esta vía.
Pues bien, cuando las trabajadoras y trabajadores de la plantilla de Saeta Die Casting se organizaron para luchar y defender sus derechos, la respuesta del Ministerio de Yolanda Díaz y de Sumar ha sido realmente nefasta: ninguna clase de apoyo, asesoría legal o respaldo público a la lucha ejemplar de los trabajadores.
¡Basta de represión sindical!
Tras la victoria de la plantilla, hemos conocido, hace escasos días, que un total de 10 trabajadores, todos ellos huelguistas e impulsores de la convocatoria indefinida, han sido despedidos de sus puestos de trabajo por participar en las protestas. Según denuncia la propia CGT, estos despidos, además, se han ejecutado al más puro estilo patronal: no se ha consultado al comité de empresa y tampoco se han permitido alegaciones para la readmisión; es decir, una mordaza para aquellos que se organizan y luchan.
Esta represión no es más que miedo, miedo de una patronal que se ha visto paralizada durante más de un mes de organización obrera, y que quiere evitar a toda costa que la lucha se continúe organizando en el centro de trabajo, a costa de lo que sea, incluso de jugar con el pan de las y los trabajadores a los que, mes a mes, les roban su plusvalía.
Esta declaración de guerra sin cuartel de la patronal vuelve a dejar claro una cosa, y es que solamente podemos hacer frente a la represión sindical con organización y lucha en las calles. Por esto, desde el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria, queremos expresar nuestro completo apoyo y respaldo a los trabajadores represaliados por defender sus derechos.
¡Compañeros, no estáis solos!
¡Ni un paso atrás en la lucha del metal!
¡Obreros y estudiantes unidos y adelante!